Érase una vez, comerciar oro era difícil: había que comprar y vender el metal en sí.Luego vinieron los futuros y las opciones, permitiendo a los operadores tomar posiciones sin terminar con una caja fuerte llena de barras, monedas o joyas.Los fondos cotizados en bolsa (ETF) lo hicieron aún más fácil; negociar oro era muy parecido a negociar una acción.Hoy, el comercio de oro casi no es diferente d...
Respuestas
La razón principal era que era rentable para todos los involucrados, además de los esclavos.